Order of Augustinian Recollects (O.A.R.)

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Saturday, February 20, 2016

POPE FRANCIS’ PRAYER FOR JUBILEE YEAR OF MERCY / ORACION DEL PAPA FRANCISCO POR EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA


Lord Jesus Christ, you have taught us to be merciful like the heavenly Father, and have told us that whoever sees you sees Him. Show us your face and we will be saved. Your loving gaze freed Zacchaeus and Matthew from being enslaved by money; the adulteress and Magdalene from seeking happiness only created things; made Peter weep after his betrayal, and assured Paradise to the repentant thief. 

Let us hear, as if addressed to each one of us, the words that you spoke to the Samaritan woman: “If you knew the gift of God!” You are the visible face of the invisible Father, of the God who manifests his power above all by forgiveness and mercy: let the Church be your visible face in the world, its Lord risen and glorified. 

You willed that your ministers would also be clothed in weakness in order that they may feel compassion for those in ignorance and error:  let everyone who approaches them feel sought after, loved, and forgiven by God. 

Send your Spirit and consecrate every one of us with is anointing, so that the Jubilee of Mercy may be a year of grace from the Lord, and your Church, with renewed enthusiasm, may bring good news to the poor, proclaim liberty to captives and the oppressed, and restore sight to the blind. 

We ask this through the intercession of Mary, Mother of Mercy, you who live and reign with the Father and the Holy Spirit for ever and ever. Amen

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del Cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.  Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. 

Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor resucitado y glorioso. 

Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. 

Manda tu espíritu y conságranos a todos con tu unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos. Amén